Vomperberg im Herbst
En el lado norte del valle del Inn, en el corazón de los Alpes tiroleses, se encuentra la meseta del Vomperberg. Es el lugar de la tierra donde se trabaja para desarrollar una humanidad nueva, mejor y feliz.

Necesitamos aún más este desarrollo de la humanidad porque ahora, debido a nuestra forma de actuar, nos encontramos en una situación incontrolable, en una angustia de la que ya no podemos salvarnos con nuestros métodos habituales y conocidos.

Sin embargo, cualquier cambio en la dirección de la sociedad sólo puede comenzar con el cambio personal del individuo; pues la evolución general se compone de decisiones humanas individuales, y éstas deben tomarse en las leyes de la naturaleza, es decir, también en el conocimiento de las mismas, para que se complementen armoniosamente y dejen de actuar destructivamente unas contra otras. Hasta ahora, sin embargo, el hombre se ha colocado a menudo como un grano de arena en un engranaje, y luego se ha preguntado por qué ha surgido la desgracia.

Sólo mediante el perfeccionamiento del individuo se puede llegar a la coexistencia pacífica.

El requisito previo para tomar decisiones personales correctas es el conocimiento de las leyes de la naturaleza – es decir, las leyes de Dios – y una mirada libre hacia arriba, para poder dirigirse a Dios que creó toda la realidad que funciona maravillosamente. La paz, la felicidad y la edificación vienen por sí mismas cuando uno se adapta a Sus leyes. Y esto es algo que toda persona de buena voluntad puede hacer, al igual que puede contribuir con su parte a la gran obra común.

Por eso, ofrecemos en Vomperberg.com apoyo a través de conferencias que deben servir para aclarar las cuestiones no resueltas y reconocer las leyes de la naturaleza.


 

Enzian

«¡Perfecto es Dios, el Señor! Perfecta es su Voluntad, que está en él, y que procede de él para engendrar y sostener la obra de la creación. Perfectas también, por tanto, son las leyes que en su Voluntad atraviesan la creación».

Abdrushin, EN LA LUZ DE LA VERDAD: Resurrección del cuerpo terrenal de Cristo